Veracruz | 2023-07-08
“La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas.” Hugh Hammond Bennet.
Se denomina comúnmente “suelo” a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que constituye un conjunto complejo de elementos físicos, químicos y biológicos que compone el sustrato natural en el cual se desarrolla la vida en su superficie.
El suelo es un componente fundamental para el desarrollo forestal, agrícola, la sostenibilidad ecológica y para muchos servicios ecosistémicos esenciales. Es uno de los lugares más biodiversos del planeta, se calcula que un gramo de suelo contiene más de 10,000 especies de bacterias y un metro cuadrado alberga más de 1,200 especies de macrofauna (organismos mayores a 2 mm) y todos contribuyen a su buen funcionamiento y a los servicios ambientales que proporciona.
Desde el año de 1963, cada 7 de julio se celebra el Día de la Conservación del Suelo, la conmemoración de la fecha tiene como objetivo resaltar sus beneficios ya que de los suelos dependen nuestra alimentación y nuestra vida.
Para entender la necesidad de promover la conservación del suelo hemos de entender primero qué lo está dañando. La degradación del suelo es un fenómeno que ocurre de forma natural, pero la acción del hombre puede tener efectos catastróficos sobre él. Los suelos se agotan y se pierden.
Si no se realiza una conservación del suelo eficaz y urgente, la sostenibilidad de los ecosistemas agrícolas y la productividad de la tierra podrían verse gravemente alterados. La degradación del suelo afecta a 1,900 millones de hectáreas a nivel global, de las cuales el 65% corresponde a los efectos de la erosión.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, más del 45% de los suelos están degradados, principalmente por la erosión hídrica y física, y sólo queda menos del 10% de los bosques que teníamos originalmente. Uno de los estados más afectados por la deforestación es Veracruz, donde gran parte de los suelos están degradados a consecuencia de la ganadería extensiva.
Con este panorama, que no es exclusivo de nuestro país, sino de la mayor parte del mundo, podemos comprender por qué el científico estadounidense Hugh Hammond Bennet, Padre de la Conservación del Suelo, se dedicó a aumentar la producción de la tierra mediante la protección de esta.
El suelo del planeta en el que vivimos es esencial y fundamental para el mantenimiento de la parte de la Tierra en la que hay vida. Algunas causas de su destrucción son la erosión, el transporte, la meteorización, sedimentación, malas prácticas de siembra, quemas y tala de los árboles, entre otras.
Los suelos son vida, por lo tanto, las acciones de su cuidado no deben acabar en el Día Internacional de la Conservación del Suelo. La acción colectiva e individual deber actuar de manera conjunta para mitigar los efectos del cambio climático sobre el suelo y la biosfera.
#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.