Veracruz | 2022-12-08
La sucesión presidencial de AMLO, difícil por descifrar el enigma sobre todo por encontrar quien será abanderado o abanderada de Morena en este proceso.
Quedan tres aspirantes de un proceso que se ha ido depurando en los últimos meses con el asunto de las famosas corcholatas.
Aquí, lo que parece de trata de encontrar al relevo ideal, y tiene que ver con varios aspectos.
El o ella que se proyecte por la encuesta de selección, tendrá que ser de quién tenga similitud de las cualidades humanas del político tabasqueño.
Se requiere de un humanismo a extremo, y de mantener ese compromiso de primero los pobres.
Deshojando la margarita, la gente estará definiendo a quien de los aspirantes se le puede considerar como el relevo ideal.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno en la Ciudad de México, ha tenido algunos problemas que a la percepción de muchos, se exagera en torno a no dejar circular a los motociclistas trabajadores que sus aparatos estén faltos de cilindraje. Y se les discrimina de forma lamentable.
Muchas protestas como una medida impopular y no se atienden correctamente.
Marcelo Ebrard, se ve más cercano a la gente y con más similitud al estilo de gobernar de AMLO.
Y Adán Augusto López Hernández, también se ve sincero, abierto y por paisanaje, muy identificado con el presidente AMLO y por lo mismo va en ese repunte positivo.
A Claudia Sheinbaum, le andan fallando los colaboradores que quieren verse duros, y de mano firme con las decisiones de gobierno.
También, el asunto de la boda no es propicio se pudo hacer sin anunciar los temas del corazón.
Parece que Martí Batres, no ha podido con el cargo de secretario de gobierno y se ha visto con ausencia de sensibilidad. Olvidando el origen.
Y como dicen en el rancho no hay que cortarlas verdes, sí maduras caen solitas.
Aún hay tiempo de cierre de heridas para el cambio de rumbo y comenzar de nuevo de todos los aspirantes.
En el caso del senador zacatecano Ricardo Monreal, le ha tocado ser la víctima del mandato de la Cuarta Transformación de Morena, porque haciendo la tarea de forma puntual con el trabajo del avance legislativo, ahora resulta que lo ponen como el malo de la película.
Andrés Manuel López Obrador, no tardando debe conciliar con su amigo, quién se ha portado bien y de positivos resultados pero le cambian seguido las escenas y no conviene que se convierta en un férreo opositor, y que mejor un férreo aliado.
Monreal, es un personaje inteligente, digno y de trabajo hay que sumarlo y nunca restarlo, porque al estilo de AMLO seguramente no será un opositor menor, y estoico enfrenta ataques innecesarios y hasta humillantes, pero resiste al mismo estilo de quién en otra época sufrió lo mismo, y la corta memoria ahora aparece hasta con los de casa. Así las cosas.