Causas de nuestro atraso (2a. parte)

Veracruz | 2020-04-25 | Francisco J. Ávila Camberos

Cada sexenio, desde hace ya muchos años, los mexicanos padecemos con determinada frecuencia las políticas equivocadas de nuestras autoridades. 

En nuestro país, cada presidente de la república le imprime a su administración un sello particular y considera que aplicando sus recetas, sacará el país del atolladero. Si bien hemos tenido períodos de relativa calma y hasta de crecimiento económico  moderado, esto no ha sido siempre así.

Periódicamente  llegan al poder personas con una ideología que en el mundo real no funciona y queriendo generar prosperidad, aplican fórmulas erradas ya superadas que solo aumentan la miseria y destruyen lo poco que antes pudo avanzarse con gran esfuerzo.

Es tan grande el poder que tiene cada presidente, que aplica a rajatabla sus ideas y difícilmente escucha las advertencias de personas sensatas que encienden con tiempo las luces de alarma.

Ha habido períodos en que con las fórmulas aplicadas nos prometen abundancia, habiendo generado mayores crisis; unas veces por el saqueo y otras por la incompetencia. En ocasiones  por ambas causas.

Algunos de los problemas más serios de nuestra incipiente democracia, es el enorme poder presidencial existente, que termina avasallando a los demás poderes y que en determinados casos al no tener contrapesos, termina hasta cambiando la Constitución y las Leyes para adecuarlas a sus planes y proyectos personales.

Por estas mismas razones, en la actualidad resulta preocupante la propagación de le epidemia que tanto afecta a la población y que amenaza con desbordarse.

Pero igualmente resulta angustiante la paralización económica del país.

Poco a poco un mayor número de  personas  se quedan sin trabajo y no tienen manera de obtener ingresos, porque laboran de manera independiente sin tener patrón: Taxistas, boleros, músicos, viene-viene, vendedores ambulantes, profesionistas independientes que trabajan por su cuenta, meseros que viven principalmente de las propinas, etc. etc.

Mientras que la epidemia puede durar varias semanas, la problemática económica puede prolongarse  meses o incluso años si no se manejan las cosas con  prudencia  y también con la guía de los especialistas más capaces y experimentados.

Poco podemos hacer si se manejan los problemas del país en base a ideología y de frases bonitas. Eso de que con honestidad y sin corrupción, vamos a vencer la epidemia, resulta un tanto romántico. La idea de que la culpa de todos nuestros males es del modelo neoliberal, solo la compran los que apenas terminaron la primaria.  Es Indudable que se requiere honradez, pero también se necesita capacidad y sensatez de quienes nos gobiernan. 

No bastan las buenas intenciones. Se requiere organización, eficacia y presupuesto suficiente. Hay  que destinarle de manera urgente más  recursos, equipo y medicamentos al sector salud, si es que queremos salir adelante. 

Respecto a la situación económica tan compleja en la que está cayendo el país, hay que evitar que la economía se deteriore más, porque de no solucionarse  a este problema puede seguir otro muy grave de carácter social.

Tienen también nuestras autoridades que revisar muy bien los gastos, para suprimir los innecesarios, porque con la caída de los ingresos del gobierno al irse a pique el precio del petróleo, también se caerá la recaudación de impuestos al reducirse la actividad económica, debiendo reorientarse los ingresos para atender de manera prioritaria lo urgente e indispensable.

Es momento de cancelar o al menos suspender los proyectos faraónicos de esta administración, para destinar los fondos asignados a éstos para salvar al país de una tragedia económica.

Resulta preocupante que por ejemplo, como medida de combate a la crisis económica que nos amenaza con agudizarse más, el presidente nos diga que se eliminarán 10 subsecretarías, lo cual podría significar un ahorro, pero luego aclara que los empleados de esas subsecretarías serán reacomodados en otras áreas del gobierno federal  con el mismo cargo y sueldo que tenían antes. ¿Dónde quedó entonces el supuesto ahorro, si lo que más costos representan en esas áreas son los sueldos y éstos se mantendrán?.

Luego dice que bajará los sueldos de  los sub-directores para arriba y les quitará también el aguinaldo. Esto va contra la Ley. Ya antes les había recortado los sueldos. Muchos de los funcionarios buscarán la forma de nivelarse por otros medios, lo que lamentablemente fomentará la corrupción.

Por otro lado, en  lugar de canalizar mas recursos al sector salud y también a evitar la caída de la economía, sigue con su idea de abrir 100 universidades más, cuando las universidades públicas ya existentes sufren de múltiples carencias económicas.

Pone como proyectos prioritarios a los cuales se les darán cuantiosos recursos: Un parque ecológico en el Valle de Texcoco, un espacio cultural en la antigua residencia presidencial de Los Pinos, el Tren Maya que nadie pidió y los que conocen de economía afirman que es proyecto inviable. Se le seguirán dando recursos a la refinería de Dos Bocas, que también es inviable, más cuando el petróleo está en el suelo y tenemos 6 refinerías trabajando a menos de la mitad de su capacidad. Eso no es austeridad. Eso es despilfarro.

Por si fuera poco, también se seguirá con el aeropuerto de Santa Lucía.

Ojalá que alguien cercano le diga al señor presiente,  con  el debido respeto que su  investidura merece, que si no rectifica terminará llevándonos derechito a la bancarrota.

¿No les parece a Ustedes?:

Muchas gracias y buen fin de semana.

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