Al borde del abismo: el PRI y la reelección de Alito

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Veracruz | 2024-08-13

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) atraviesa la crisis más profunda desde su fundación hace casi un siglo. Este domingo, el PRI reeligió a su dirigente nacional, Alejandro Moreno, quien ha registrado los peores resultados en la historia de esta fuerza política.

Durante el siglo XX, el PRI fue el partido dominante en México, produciendo diez presidentes de la República, además de aquellos postulados por el Partido de la Revolución Mexicana y el Partido Nacional Revolucionario, precursores del tricolor.

En 2012, bajo el liderazgo de Enrique Peña Nieto, el PRI aspiraba a recuperar su antigua gloria. Sin embargo, la realidad ha sido desalentadora: entre 2012 y 2024, el número de votos que recibió el PRI descendió de 19 millones 158 mil a menos de 5 millones 500 mil, una pérdida de casi 14 millones de sufragios. En este periodo, el tricolor también perdió casi todas las gubernaturas en disputa y su presencia en el Congreso pasó de una mayoría absoluta a una representación casi simbólica.

Además, en los dos procesos electorales federales más recientes, de 2021 a 2024, el PRI perdió 3 millones 400 mil votos.

El partido está en ruinas, y en lugar de llevar a cabo un ejercicio de autocrítica y redirigir su rumbo, ha optado por la reelección de su dirigente nacional, considerado el menos efectivo en su historia.

Con la reelección consumada es previsible que se produzca una desbandada de militantes y figuras prominentes. Sin embargo, esto parece preocupar poco a Moreno Cárdenas, quien incluso ha sugerido que podría haber más expulsiones.

La situación es crítica; la dirigencia nacional, en lugar de promover la unidad, parece fomentar la división y la exclusión de quienes tienen opiniones divergentes. Si continúa por este camino, es probable que el PRI acabe su historia de manera similar al PRD, que, fundado en 1989, perdió el registro debido a sus bajos resultados electorales en los últimos años.

Los críticos de Moreno Cárdenas acusan que el proceso de reelección ha sido una simulación, manipulando los estatutos para asegurar la continuidad de un proyecto sin rumbo ni posibilidades de competir eficazmente en el escenario político nacional.

En Veracruz, la situación refleja el estado del PRI a nivel nacional. Aunque hay un dirigente en el Comité Directivo Estatal, como Adolfo Ramírez, su influencia parece mínima.

Recientemente, Dulce María Sauri y otros exdirigentes del partido que se oponen a la reelección de Moreno visitaron Veracruz y confirmaron la decepción y el descontento de los miembros del PRI con la actual dirigencia.

A pesar del rechazo generalizado hacia Alejandro Moreno, está claro que con un consejo nacional y órganos directivos afines, el dirigente continuará llevando al partido hacia su propia desaparición.

@luisromero85

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