Ahora bosques contra el tren maya

| 2022-04-10 | Francisco Blanco Calderón

(Segunda parte: Depredación maderable)

La novela de Bruno Traven, “La rebelión de los colgados”, llevada al cine exitosamente en 1954, establece la brutal explotación de la mano de obra de indígenas y campesinos, así como el acaparamiento y depredación de las tierras del sur-sureste mexicano, ricas en abundante agua, petróleo y bosques maderables, cuya deforestación impulsó la producción chiclera, papelera y mueblera. En el caso de los chicles desde antes de mediados del siglo XIX, se venía intentando la fabricación de gomas de mascar.

Adams, inició la explotación de chicle en 1860, en Veracruz. Chicles Adams controla, porque se las cedieron, más de 200 mil hectáreas del sur de México. Las grandes empresas nacionales y transnacionales depredan bosques para la explotación maderable a su antojo.

Los factores centrales que afectan la producción forestal en México son: la crisis económica del 2008, en EEUU; la tramitología ineficiente para la obtención de permisos de aprovechamiento forestal; los altos costos de los diversos requisitos para hacer un manejo sostenible del bosque y la creciente presencia del crimen organizado en entidades como Jalisco, Michoacán y Guerrero que se trasladó, durante 2016 y 2017, a Chiapas, Campeche, Tabasco y Veracruz, mismos que se produjeron más de un millón de m3 rollo/año, así como la tala indiscriminada de criminales de cuello blanco y del organizado, provenientes en gran parte bosques y selvas del sureste mexicano, saqueado por empresas privadas.

El 93% de la superficie corresponde a ejidos que recibieron subsidios, mismos que fueron aprovechados por empresas privadas, con respaldo de gobiernos locales, estatales y federal en el periodo neoliberal. A pesar de ser tierras ejidales, parte importante de esos apoyos se transfiere a compañías privadas (chicleras como Adams, refresqueras Coca y Pepsi cola, fabricantes de papel como Kimblerly Clark), a través de un mecanismo denominado Cesión de Derechos, donde las compañías privadas manejan las plantaciones y se aprovechan de los subsidios. Además del agua, también fueron por la madera que abunda en bosques, selvas y cerros del Sur-Sureste mexicano.

La obstaculización para el cumplimiento del derecho humano a estos recursos se debe principalmente al marco jurídico amañado para favorecer a megaproyectos privados que criminalizan comunidades y personas que defienden sus tierras. Y esos son los que gritan y hasta contratan artistas en sus campañas mediáticas.

La empresa de Claudio X González padre, Kimberly Clark además de acaparar y agotar mantos acuíferos, extrae materia prima para el papel, de bosques y selvas en todo el sureste nacional. Los datos del REPDA indican que los primeros permisos fueron otorgados desde 1994 por la Ley promulgada por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, en el contexto de un régimen de acaparamiento de los bienes nacionales, como el agua y la explotación de bosques.

La empresa de Claudio X padre, explota más de 29 millones de M3 de agua, así como una excesiva deforestación que explota la papelera, los desechos de esta fábrica perjudican a la producción agrícola, además deforesta sin cubrir los daños. Kimberly Clark, tiene problemas específicos: Ha generado un desequilibrio ecológico por el aprovechamiento de agua, sus desechos perjudican a la producción agrícola lo que va en detrimento de las familias, a satisfacción de las demandas planteadas por los habitantes de la zona.

La empresa es responsable de la explotación de madera como materia prima para la producción de celulosa/papel. Empresa que alardea de que se trata de una gran empresa, de mexicanos comprometidos con el país cuando en realidad ha sido beneficiada con la explotación desmedida de agua y maderas por los gobiernos neoliberales que actualmente financia.

Esa oposición política, empresarial, mediática y artística en contra de los grandes proyectos de la 4T como el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el corredor transístmico Salina Cruz-Coatzacoalcos, los complejos turístico-culturales de Los Pinos, las Islas Marías y el Bosque de Chapultepec y sobre todo la sorprendente recuperación del lago de Texcoco en una gran reserva ecológica de extraordinaria riqueza por su espléndida fauna silvestre.

Ahora los legisladores del PAN, se “fusilan” a LEGO, con “un juguete armable de la Casa Gris”, para exhibir en el pleno del Congreso, su ofuscada obsesión opositora, o la visión transfóbica y homofóbica de Quadri, o las constantes locuras de Lily Téllez, ausente consuetudinaria del, “firma y te vas”, o lo absurdo de la estupidez, cuando la senadora del PAN, Kenia López, acusa que el tren maya cambiará el azul turquesa del mar, o el entreguismo bizarro al Vox español, del senador panista Julen Rementería, o la necedad antidemocrática, en complicidad con sus dueños y señores, de los árbitros del INE, o el pertinaz rechazo, con diez sinrazones a la revocación de mandato, de Claudio X, hijo, junto a sus compinches bien mocheados. Oposición sin visión, sin proyecto, sin futuro. (Y…viene la tercera: la energética).

La revocación va

La ingenuidad e ignorancia opositora, ofuscada en el retorno de canonjías, para beneplácito de sus intereses, consideran que no ejerciendo el derecho de voto se demerita la imagen de AMLO y de la 4T. El propósito de la revocación de mandato, ya establecido en la Constitución, es que se ejerza no solo en esta administración sino en todas, todas, las venideras. Siempre será la voluntad del pueblo la que determine si continúa o renuncia a su mandato esté quien esté en la Presidencia, gubernatura o alcaldía, por el partido que sea, siempre y cuando obtenga el voto popular.

Situación que da “ñañaras” a los actuales aspirantes opositores. No es ocurrencia de esta administración para medir su popularidad, es algo más duradero y profundo. Unos opositores rechazan participar, otros quieren darse un “quién vive” con AMLO. La realidad establece que es la base de la democracia participativa, en la que el pueblo es y será quien decida quién entra, quién se queda o quién se va, de aquí en adelante y para siempre, “per saecula saeculorum”.

/ct

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