Veracruz | 2023-09-16
Desde el arranque de esta administración federal, México ha sufrido un dramático proceso de desmantelamiento institucional y de políticas ambientales, así como de regresión energética y de ruptura de compromisos internacionales, al igual que la degradación de la participación de nuestro país en foros e instancias multilaterales. También los presupuestos han sido recortados junto con el personal técnico y directivo con amplia experiencia.
Para 2024 la Secretaría de Hacienda tiene ya listo el Proyecto de presupuesto de egresos de la Federación y, como ha sido la constante, el sector ambiental sale perdiendo. Las prioridades están claras, y por desgracia el futuro del planeta no es una de ellas.
La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, (SEMARNAT) tiene una reducción en el presupuesto propuesta de 11.4%, para ubicarse en 70,246 millones de pesos, de los que algo más de 63 mil millones son de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y los otros organismos del sector solo se repartirán alrededor de unos cinco mil millones de pesos.
En un sexenio en el que el presidente de la República ha insistido en decir que le importa mucho el medio ambiente, las dos principales entidades que se ocupan precisamente de mantener con buena salud a los ecosistemas y su biodiversidad han sufrido recortes brutales. La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), que debería impulsar el manejo sustentable de los bosques, tendrá 8.6 por ciento menos recursos que el año pasado, lo que sumado a los constantes recortes de los años anteriores la deja con menos de la mitad del dinero que tenía asignado a inicios del sexenio.
Lo mismo ocurre con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), aunque esta no sufrirá recortes, sino un muy discreto aumento de algo más del 1%, se le han añadido nuevas responsabilidades por las áreas naturales protegidas decretadas durante este sexenio en un intento de compensar los desastres del Tren Maya.
Por su parte, las entidades encargadas de hacer valer la legislación ambiental enfrentan una situación muy precaria. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) recibe un respiro ya que se le otorgarán casi 5 por ciento más de recursos, pero eso la sigue dejando con casi 30% menos recursos que al inicio del sexenio. La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), por otro lado, mantiene su presupuesto constante, pero sigue con menos de la mitad del dinero con el que contaba en 2018.
Este es el panorama que encontrará el próximo gobierno, el cual tendrá la responsabilidad de actuar con la finalidad de reconstruir estructuras y funciones institucionales, decisiones y presupuestos.
Se deben ejercer los recursos públicos con eficiencia, austeridad, disciplina y honestidad, pero también es impostergable detener un desplome del presupuesto ambiental que se ya ha llegado a niveles de alto riesgo. México debe retomar su liderazgo, presencia y prestigio en políticas ambientales, para reconstituir con ello también su política exterior.
#CambiaUnaAccionCambiaTodo.