‘A los traidores, el pueblo ya los tiene bien fildeados’

Veracruz | 2020-12-28 | Vicente Bello

Entonces cerró el debate el grupo mayoritario, Morena. En la tribuna de San Lázaro, en lo que fue la penúltima reforma en el periodo ordinario reciente, la de la Ley de Seguridad Nacional, el odio de los panistas y mcedistas había barbotado durante tres horas como barbota el agua de las alcantarillas cuando es tanto el detritus que circula por sus tuberías que ya no se soportan ni a sí mismas.

Inauditamente, PAN y Movimiento Ciudadano se habían dedicado a defender a ultranza el interés de los Estados Unidos. Qué duro hubiera sido para panistas y mcedistas si este debate hubiera ocurrido en el Siglo XIX. Habrían sido pasados por las armas, por traidores a la Patria. Pero, para fortuna de quienes siendo mexicanos defienden a los extranjeros, ahora ellos pueden expresarse como quieran y no pasa nada. No al menos en este sexenio.

En el cierre de la discusión previa a la votación, así se expresaba el diputado de Morena Jaime Humberto Pérez Bernabé: “Hay que destacar que nuestra nación México es un país en el contexto de la globalización en su entorno, derivado en ello se han logrado grandes beneficios económicos, culturales y sociales. Además de responsabilidades en diversas materias, por ejemplo, la cooperación entre países en materia de seguridad, un tema prioritario para el Estado mexicano.

“Con los acuerdos vigentes es posible permitir la estancia temporal en nuestro territorio nacional de agentes representantes de entidades de gobierno extranjeros, respetando en todo momento la soberanía y la reciprocidad entre Estados.

“En la actualidad, el contexto internacional y nacional demanda la necesidad de fortalecer la coordinación y el control de agentes extranjeros en nuestro territorio mexicano. Con las modificaciones y adiciones que hoy discutimos, sumamos eficacia en el combate en contra del crimen organizado, además del control ante la presencia de agentes extranjeros en nuestro país.

“Para lograrlo, las modificaciones y adiciones apuestan por el intercambio de información entre autoridades mexicanas y elementos extranjeros en territorio nacional, además de normar las funciones de las autoridades mexicanas en sus tres órdenes de gobierno en materia de seguridad nacional.

“Asimismo, se crea un grupo de coordinación corporativa como auxiliar del Consejo Nacional de Seguridad, con la finalidad de fortalecer acciones que lleven a cabo elementos de las Fuerzas Armadas o policía extranjera en México. En conclusión, la propuesta que discutimos fortalece ampliamente la comunicación y vinculación entre países, sin violentar absolutamente tratados internacionales o facultades de estados y municipios”.

Ese mismo grupo parlamentario resellaba su posición, ahora en voz de Rubén Cayetano García: “Qué bárbaros quienes piden que para hacer la ley o las reformas a la Ley de Seguridad Nacional se tiene que pedir permiso a los Estados Unidos. No somos candil de la calle ni oscuridad de la casa.

“El artículo 39 constitucional señala: La soberanía nacional reside esencialmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Esto, en lenguaje sencillo, es soberanía y significa votar. Hay quienes solo dan a la soberanía una connotación limítrofe o extraterritorial y se quedan cortos. Con estas reformas México fortalece el derecho internacional, los principios de no intromisión, cooperación y respeto a la libre determinación en el concierto de las naciones.

Y, por otra parte, ya no hay persecución política. No les queda claro. Las prácticas del Cisen, eso de escuchar y oír a los políticos se acabó, un gobierno sin corrupción no tiene sospechosismos y no se entretienen a andar tras los corruptos, basta que se exhiban ante el pueblo, el pueblo ya los tiene bien fildeados. A toda la nación extranjera frente a México, que pinten su raya”.

Un hecho notorio fue el que el PRI no participó en este debate. Se abstuvo. Y en el caso del PRD, algún rescoldo de los fuegos del pasado le brotaron de su entenebrecida alma (hoy mismo es socio político del PAN). Y, en voz del diputado José Aguilera Rojas, el perredismo apoyó el dictamen morenista, diciendo: “Debemos recordar que, durante muchos años, los agentes extranjeros, principalmente los norteamericanos, operaron en la total impunidad. Esa situación se agravó en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, en donde se hicieron reformas legales que incluso les autorizaron portar armas y cometer todo tipo de delitos, sin ninguna responsabilidad penal o siquiera administrativa.

“Las agencias extranjeras no solo operaban en total libertad, sino que tienen oficinas en un edificio situado en el corazón mismo de la Ciudad de México, en la avenida Reforma. Edificio en el cual, paradójicamente, llaman Oficina Binacional de Inteligencia. En la cual se encuentran funcionando al menos 12 agencias de seguridad de los Estados Unidos, entre las que destacan la Oficina Federal de Investigaciones, la Agencia Central de Inteligencia, la Agencia Antidrogas, la Agencia de Control de Armas de Fuego y Tabaco, la Agencia de Inteligencia de la Defensa y la Oficina Nacional de Reconocimiento.

“En este dictamen se incluyen medidas muy importantes para poner límites específicos a la actuación de colaboración que suscriban las diversas instancias del Estado mexicano con las extranjeras, y un avance muy importante es que se señala que en la comisión de un delito no se podrá alegar inmunidad de ningún tipo, por lo que tendrá que seguir un proceso judicial, en el cual se determinará su responsabilidad penal”.

Y fue aprobada la reforma.

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