Xalapa | 2022-07-27
La realidad, aseguran veracruzanas y veracruzanos, es que la sola idea de que Jorge Winckler pudiera ser restituido como fiscal general, activó las alertas del gobierno del estado, por lo que la indicación fue radical “hay que detenerlo” y es que eso, de que estaba prófugo, pocos lo creían y menos, juristas, politólogos y sinnúmero de ciudadanas y ciudadanos letrados, que aseguran, que el exfuncionario ha vivido -a excepción de algunos viajes- tranquilamente en México.
Jorge Winckler se fue de la Fiscalía con un acuerdo que marco su retiro casi pacifico; ello es un secreto a voces en la entidad y el negociador, fue en éste, como en muchos otros casos, el secretario de Gobierno veracruzano a quien le urgía despejar el camino para su directora Jurídica lo antes posible.
En septiembre de 2019 llegó su destitución temporal y en marzo de 2020, la definitiva; cuando llego la segunda acción, estaba casi borrado del mapa político veracruzano, porque estaba “cumpliendo” con su parte, pero al final, el acuerdo se incumplió, fue suficiente que Winckler continuará con las denuncias de las que no se desistió y la búsqueda de la justicia federal para que, de plano, la determinación fuera encarcelarlo. Cierto es que, el exfiscal Yunista dejo cientos de enemigos a su paso, pues en un su afán de cumplir a cabalidad, las indicaciones de su jefe Yunes Linares, éste incurrió en sin número de irregularidades, abusos de autoridad e incontables violaciones a derechos humanos.
Lo cierto es que, a pesar de todo ello, la pasividad fue notoria, pues lo prioritario era que no estorbara, por lo que el acuerdo seguía en pie, más allá de los discursos de que, era prófugo y se le buscaba, la realidad, aseguran mis amigas y amigos veracruzanos, es que sí hubiesen querido, el exfuncionario estaría tras las rejas desde hace tiempo.
Fue el pasado 14 de Julio, cuando el pleno del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito, con sede en Boca del Río, sesionó respecto de la posibilidad de restituirle en el cargo de fiscal general de Veracruz, al resolver los autos del toca número 175/2020. Al final el proyecto fue rechazado por mayoría, pero la sola posibilidad y los argumentos de uno de los ministros, les dijo a los funcionarios morenistas que era momento de atraparlo o podría “comerles el mandado”.
Y es que, en el proyecto en mención, elaborado por el Magistrado Octavio Ramos Ramos y sometido a consideración de pleno, se proponía su reincorporación al considerar ilegal su destitución realizada por la Diputación Permanente del Congreso local en septiembre de 2019, ya que tendría que haberse abierto un juicio político, siendo única atribución del Pleno del entonces LXV Legislatura, resolver al respecto.
De hecho el análisis de fondo no fue la ilegalidad del acto, sino que considerarlo o no legal en ese momento, ya no era materia de discusión, toda vez que a nada -expresaron- les llevaría debatir sobre la destitución provisional, cuando ésta había sido superada por un acto posterior que fue la definitiva, por lo que determinaron que ello debía de ser análisis de a quienes correspondiera resolver amparo promovido por la destitución definitiva, es decir, la posibilidad de restituirlo podía ser aun considerada y ya con un antecedente, el proyecto del magistrado Ramos.
Así, 11 días después de aquella sesión, donde definitivamente los funcionarios morenistas, sentían que el mundo se les venia encima ante tal posibilidad, fue que activaron sus alertas, hecho que ocasionó que Verónica, la actual fiscal, propusiera reabrir las carpetas y solicitar al respectivo juez, activara las ordenes de aprehensión en contra de Winckler ¡y es como permitir en la plenitud del poder que el Yunistaintentara arrebatarle el cargo al que llego respaldada por su padrino político!. Además, hay que recordar que en política, no existen las casualidades.
De lo que sí no hay duda, es que, Wincklerevidentemente incurrió en muchas ilegalidades y abusos, pero actualmente la realidad tampoco es color de rosa dicen, también han aprendido mucho, por ejemplo, abusar de la prisión preventiva oficiosa y otras artimañas para demostrar resultados y continuar engañando y confundiendo al Gobernador, Cuitláhuac, dicen. Por ahora el exfiscal que incurrió en sendos abusos se queda en prisión, al menos un años de prisión preventiva oficiosa, en lo que la fiscalía recaba y presenta más pruebas para demostrar la culpabilidad de Jorge en los delitos que se le imputan.