Práxedes Gabriel Gómez Hernández, lleva 10 años desaparecido, sus tres hijos tuvieron que crecer sin una figura paterna. Selene Ortiz Hernández jamás imaginó no saber más de su esposo a los 40 años de edad y tener que sacar adelante, en aquel entonces, a tres menores de edad.
El 16 de julio de 2011 fue la última vez que supo de él, cuando salió a trabajar en el taxi que ocupaba cuando no tenía actividad como operador de maquinaria pesada. El vehículo apareció, pero a ella no le dieron ninguna información adicional.
“Nunca hubo reporte por parte de la policía intermunicipal ni de servicios periciales, ni de la policía ministerial, no hay reporte de investigación. El taxi lo entregaron a días de haberlo asegurado, no le hicieron prueba de ninguna índole”.
Tal es la omisión la autoridad que apenas hace dos años pudo obtener una prueba de ADN, pues nunca se buscaron líneas de investigación.
“Cuando esto inició eran ministerios públicos y me dijeron claramente que ahí no se hacían pruebas de ADN”.
Selene pidió a las autoridades ponerse a trabajar y no seguir tomando como pretexto la pandemia del coronavirus.
“Esto es horrible, desintegran familias, son actos inhumanos, deben de dejar de pasar, pero mientras las autoridades sigan teniendo consideración con los delincuentes y no con las víctimas así vamos a seguir”.
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