El hecho de que el estado de Veracruz aún se mantiene en color amarillo a nivel nacional, hizo que capitalinos, mexiquenses, poblanos y tlaxcaltecas vinieran a las playas de Veracruz aprovechando el puente de fin de año, aunque el número no es el mismo que años atrás, las playas de Villa del Mar se vieron abarrotadas sobre todo en la arena.
En la banqueta del bulevar de Veracruz no había lugar para otro auto más, los meseros de las palapas estaban felices porque fue domingo de bonanza, “gracias a Dios ha venido mucha gente hoy”, dice un entrevistado mientras invita a más automovilistas a bajarse.
En la arena, increíblemente hay más gente que en el mar, los dueños de las palapas también están contentos porque la demanda de mesas, sillas y sombrilla es bastante, a pesar de que no hay Sol ni calor. Pero junto con ellos, el jicamero, el volovanero, el que vende los quesos con chile curtido, el que renta los inflables, el de las botanas, la señora de los raspados y las glorias también están contentos, pues las ventas son satisfactorias.
“Estamos aquí desde el día primero, nos vinimos en la madrugada, tenemos familiares aquí, pero no los pasamos a visitar, ya es el tercer día en la playa, venimos de la Ciudad de México donde está en rojo el semáforo, creo que aquí está en amarillo, fuimos a Chachalacas y caminamos por la ciudad; el primer día estuvo bien pero ayer si estuvo el viento muy fuerte que ni nos metimos”, dice Rafael Arteaga.
Turismo capitalino
A pesar de que las autoridades delimitaron muy pocos metros de la playa hacia adentro del mar debido a las corrientes submarinas, eran muchos turistas nacionales, en su mayoría capitalinos, los que se encontraban en el mar, tanto en la arena como en el agua, nadie portaba cubrebocas.
A los únicos a los que le fue mal fue a los prestadores de servicio en lancha, pues debido a las condiciones climatológicas, no les fue permitido hacer viajes mar adentro.
Doña Minerva Rodríguez y cuatro familiares más llegaron desde el viernes pasado por la noche de la Ciudad de México, desde entonces han permanecido prácticamente en la playa.
“Ya hacía falta desestresarse, hace falta convivir con la familia y olvidarnos un poquito de la situación que está atravesando el país, nos vamos el lunes. Tratamos de disfrutar aquí con las personas, pero tomar un poquito de distancia”.
Perros, bebés, ancianos, gente alcoholizada, parejas y familias enteras fueron parte del paisaje playero en pleno invierno. Aunque el estado permanezca en amarillo, el puerto jarocho se mantiene en naranja, mientras Boca del Río está en amarillo.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |