Alertan sobre abusos a mujeres en zonas rurales

Si las mujeres en zonas urbanas sufren abusos en sus diversas modalidades, las del agro viven situaciones tanto o más graves, incluso secuestros, pero no visibles por estar enclavadas en las sierras y en sociedades cerradas donde ellas no tienen voz, alertó Rosa Margarita Castelán Fernández presidenta de la Unión Nacional de Maíz, de la Confederación Nacional de Productores Rurales.

En el Día Internacional de la Mujer explicó que a diferencia de las grandes ciudades, en poblados rurales persisten patriarcados en donde la mujer no tiene voz: está sometida al hombre y ni por asomo puede quejarse, protestar y mucho menos denunciar agresiones a su integridad, que suelen provenir de los propios integrantes de su familia.

"Los feminicidios, abusos sexuales, los secuestros, están por encima del 80 por ciento a nivel nacional, y Veracruz es uno de los primeros estados, quizá el primero (...), las han violentado las mismas autoridades de Seguridad Pública. A mí me tocó reclamar mucho tiempo aquí en Veracruz en la zona de la sierra, que llegaban los policías, violaban a las niñas, violaban a las mujeres; no decían nada. Esa voz cantante de las mujeres se está dando más en los centros urbanos", señaló.

Recalcó que en las zonas apartadas no existe la cultura de la denuncia, y menos para las féminas, por eso persiste la impunidad.

Demandó que la autoridad voltee hacia esos puntos apartados a los que no llega la justicia.

"El gobernador debe poner, es una exigencia que le pongan a las comunidades agrarias, es una exigencia que se resuelvan ya los asuntos de feministas, tanto la violación como el acoso sexual, como el secuestro, porque secuestran a las jóvenes para llevárselas a regentearlas, a malbaratarlas, a venderlas", demandó Castelán Fernández.

Pero la problemática no sólo tiene que ver con la integridad personal de cada niña y mujer, sino también con los apoyos gubernamentales, pues no suele haber piso parejo y las autoridades formales y no formales se apropian de los beneficios colectivos y los reparten entre sus allegados e incondicionales, subrayó la representante de maiceros.

Demandó que la autoridad voltee hacia esos puntos apartados a los que no llega la justicia.

Destacó que cuando los hombres emigran a las ciudades y hasta Estados Unidos, las mujeres se quedan al frente del hogar y de las actividades agrícolas y avícolas. El problema es que no llega ningún programa social para hacerles fuerte.

Dijo saber que se ha despedido a gran parte del personal de las dependencias del ramo agrícola, ganadero y de todo lo que compete al sector rural, con lo cual muchas familias quedan al garete.

Castelán Fernández recalcó que no hay justicia social para las veracruzanas, sino una gran deuda social y en materia jurídica ante tanta impunidad para quienes abusan de ellas en todos los sentidos y generalmente dentro del propio núcleo familiar.

Subrayó que el cierre de juzgados por motivo de la pandemia del coronavirus retrasa la aplicación de la ley, en perjuicio de las féminas, por lo que demandó que les pongan días y horarios para recibirlas, y que de preferencia sean mujeres quienes las atiendan.