El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que asignará 50,000 millones de pesos –unos 2,500 millones de dólares– adicionales al presupuesto de la Guardia Nacional en los próximos dos años. El mandatario plantea así el refuerzo del brazo de seguridad pública y la búsqueda de su consolidación, dado que apenas lleva funcionando un par de años. La designación de más recursos públicos para este cuerpo de seguridad ocurre cuando México se encuentra en uno de los puntos más álgidos de violencia que se han visto en los últimos años.
El presupuesto de la Guardia Nacional ha ido creciendo desde su fundación en 2019: en 2020 recibió 29.286 millones de pesos y en 2021 ha dispuesto de 35.671 millones de pesos. En septiembre el Ejecutivo enviará su proyecto para los presupuestos de 2022, por lo que el anuncio de más recursos para el cuerpo civil de seguridad supone que recibirá al menos un 30% más de fondos públicos que en el último año.
El anuncio de López Obrador se produjo este domingo en Xalapa, Estado de Veracruz, a donde viajó para inaugurar un cuartel, una actividad que regularmente integra en sus giras desde 2019, cuando se creó el cuerpo de seguridad. El presidente explicó que los nuevos recursos servirán “para terminar de consolidar esta institución a finales de 2023, con todos los elementos, con todo el profesionalismo de los que integren la Guardia Nacional, con salarios justos, prestaciones y también con todas las instalaciones”.
López Obrador ha reconocido su intención de integrar al cuerpo civil a la Secretaría de la Defensa Nacional, el Ejército, para consolidar a la institución y para “que sea incorruptible y se pueda proyectar a través de los años”. Aunque durante el debate en el Congreso sobre su creación el presidente y Morena, el partido del Gobierno, aseguraron que la Guardia Nacional sería un cuerpo civil, el mandatario ha dado un reciente giro en su discurso para garantizar su encaje en las Fuerzas Armadas. Hasta ahora la Guardia Nacional está compuesta por 100,000 agentes –un 75% han pertenecido al Ejército o la Marina– aunque la Administración tiene previsto ampliarlo a 150,000 elementos.
“Se tiene que contar con el apoyo tanto de la Secretaría de Defensa como de la Secretaría de Marina para labores de seguridad pública, porque son dos instituciones fundamentales, son pilares del Estado mexicano, dos instituciones que se han conservado en el transcurrir del tiempo como fortalezas, son instituciones que cuentan con disciplina en las que hay profesionalismo”, ha dicho este domingo. El mandatario ha respaldado su argumento con los últimos datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que apunta que el 75% de los mexicanos confía en la Guardia Nacional, por detrás de la confianza al Ejército del 84% y de la Marina, del 88%, el cuerpo militar históricamente mejor evaluado por los mexicanos.
Está previsto que próximamente el presidente envíe una propuesta de reforma al Congreso para conseguir la integración de la Guardia Nacional en las Fuerzas Armadas. El debate seguramente se encenderá ante los argumentos de varias organizaciones y fuerzas políticas que rechazan el uso de la fuerza militar para actividades de vigilancia y seguridad pública civil. López Obrador insiste en pedir paciencia mientras los niveles de violencia se incrementan en zonas donde antes había calma –como los Estados de Zacatecas y Guanajuato– y cuando los asesinatos en todo el país no disminuyen: en 2019 se registraron 34.681 homicidios y en 2020, al menos 34.554.
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