Hoy la justicia en la muerte de Alexander Martínez Gómez, “fue robada”, expresó Virginia Gómez Pérez, tras conocer la resolución judicial, que le otorgó la libertad al único policía municipal detenido tras su asesinato hace un año 10 meses en Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, cuando en compañía de tres amigos, se dirigía a la tienda a comprar un refresco.
Virginia Gómez, mamá de “Chander”, como se conocía a este joven futbolista de 16 años, denunció de corruptos a los tres jueces que este viernes decidieron liberar al policía municipal imputado por este homicidio.
“Nos acaban de decir que solo que van a ser un trámite de papeleo y hoy mismo va a salir ese maldito asesino. Hoy mismo lo sacan de ahí, así de fácil, gracias a sus puestos corruptos, hoy mismo sale el asesino de mi hijo, el que le cortó sus alas, sus sueños de ser un gran futbolista y de llegar a jugar en una primera división.
El único detenido del asesinato de mi hijo, qué indignación, qué injusticia, cómo está el gobierno, cómo están los jueces en Tuxtepec, Oaxaca, son unos corruptos, eso son lo que son, corruptos”, narró para Imagen del Golfo.
El asesinato de Alexander, la tarde-noche del 9 de junio de 2020, causó indignación y traspasó fronteras, ya que algunos testigos indicaron desde una patrulla municipal de Acatlán de Pérez, los jóvenes fueron atacados a balazos, sin motivo alguno; en contraste las autoridades municipales dijeron que había sido abatido porque al parecer portaba una pistola, versión que no pudieron sostener y después argumentaron que a uno, de los cinco policías presentes, se le había caído su arma de cargo al chocar la moto de Alexander con él, disparándose y provocando la muerte instantánea del joven.
Aunque durante las diligencias ministeriales el policía involucrado aceptó su participación en los hechos, señaló que no había sido con dolo ni mala fe y todo se derivó de un “accidente”.
Desde junio de 2020, Gómez Pérez ha denunciado encubrimiento de parte de la Fiscalía de Tuxtepec a este grupo de policías municipales, pues nunca recabaron evidencias, omitieron realizar pruebas periciales e incumplieron los protocolos en materia pericial y criminalista, acciones que respaldó la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
Virginia señala que ante esta protección, los policías en varias ocasiones rondaban su casa con la finalidad de amedrentarlos y desistieran de seguir con las indagatorias.
Ante las evidencias del caso, esta instancia estatal de derechos humanos concluyó que el asesinato de Alexander Martínez Gómez fue una ejecución sumaria y extrajudicial.
El caso de Chander fue planteado por esta casa editorial el 22 de septiembre de 2021, esa mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSCP), Rosa Isela Rodríguez Velázquez, atendiera a sus padres, lo cual se concretó.
Esa instrucción derivó también que el recién nombrado fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, contactará a la familia Martínez Gómez para darle seguimiento al caso, quien ahora buscará acudir a los juzgados federales para atacar la resolución que le otorgó la libertad al imputado.
Los padres de Alexander Martínez dieron a conocer que Rodolfo Jaziel Vásquez Santiago, Gildardo Alejandro González y Gustavo García Rodríguez, en su carácter de juez presidente, jueces relatores primero y segundo, respectivamente, del Tribunal de Enjuiciamiento de la región de la Cuenca del Papaloapan, Oaxaca, otorgaron el fallo absolutorio, debido a que “no quedó acreditado por los elementos que presentó la Fiscalía de Tuxtepec, Oaxaca, por lo tanto los jueces declaran inocente al policía y lo dejan en libertad”.
En una carta púbica, cuestionan “¿Por qué absolvieron a los asesinos? ¿A quién protegen? Nosotros, las otras víctimas de este crimen, no hallamos paz porque los agresores nos han intimidado, nos han robado la paz. Ni siquiera nos sentimos seguros en nuestra casa, a dónde han llegado para amenazarnos, nos piden que “ya no le movamos más al asunto”.
Alexander Martínez Gómez contaba con nacionalidad estadounidense, desde sus primeros años de vida mostró habilidad por el balompié, antes de ser asesinado jugaba en la Tercera División, en el Club Delfines UGM, con sede en Nogales, Veracruz.
Sus familiares y amigos exigen que su nombre no quede escrito en un expediente más y que las instituciones encargadas se limpien de corrupción para que realmente sean instancias que procuren justicia a las madres, padres y hermanos a quienes se les han arrebatado una parte de su vida.
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