Ya se decidió AMLO a poner orden en Morena

Se aguantó durante todo un año el presidente López Obrador en empezar a operar en contra de los servidores públicos de Morena que han cometido actos de corrupción. El pasado miércoles en una reunión privada pidió una recopilación  de las denuncias existentes poniendo especial énfasis en los funcionarios del partido político que él creara.

Las acusaciones estuvieron bien fundamentadas donde figuran desde titulares de Secretarías de Estado, gobernadores, funcionarios federales y estatales de alto nivel y los llamados súper-secretarios de las diversas entidades.

Algo que destacó y que molestó sobre manera al Jefe del Ejecutivo Federal son los familiares quienes han aprovechado dicho cargo de su pariente para actuar en estos hechos de corrupción. Por razones obvias sobre el desarrollo del proceso judicial se omitió dar los nombres de dichos personajes, donde lamentablemente figuran familiares junto con propios funcionarios federales y estatales.

La bomba mediática la pretende dar a conocer en la segunda semana del mes de enero, que será cuando tengan perfectamente localizados los personajes que tendrán su orden aprehensión para ser detenidos.

Tenía especiales motivos para que fueran pospuestas estas denuncias en la Fiscalía General de la República, por la inconveniencia que representaba que miembros de su partido cometían  las mismas fechorías de los gobiernos pasados. Continuaban los nuevos funcionarios sus actividades de forajidos y facinerosos que habían desarrollado priistas y panistas.

Fueron numerosas las advertencias durante todo el primer año que había hecho el presidente López Obrador y no obstante confiados en que nada ocurría, seguían prevaleciendo estos delitos que afectan las finanzas públicas y abusos de poder que van desde nombramientos hacia personas con lejanos parentescos  que están señaladas como conflictos de interés público. Hay dos casos que tiene la Unidad de Inteligencia Financiera de altos funcionarios de Morena que ya han sido denunciados sobre presuntos manejos financieros sucios.

La memoria que posee el político tabasqueño es fuera de serie, si bien algunos casos suele perdonar, pero no los olvida.

Don Jesús Silva Herzog sostuvo que la política es la profesión más sencilla y lucrativa de México. Sobre el mismo tema, Daniel Cosío Villegas, en un extraordinario ensayo sobre la crisis de México afirmó que “había sido la deshonestidad de los gobernantes, más que ninguna otra, la causa que tronchó la vida de la Revolución Mexicana.

En los tiempos de los famosos cañonazos obregonistas de 50 mil pesos, se dijo que del total de los gobernadores de aquel entonces, solo dos eran honestos y razonaba de la siguiente manera: “Lo mejor que puede esperarse, en general, no es un gobernador que no se enriquezca con el puesto, pues casi todos lo hacen, sino uno que mientras roba haga algo por su estado. La mayoría toma todo lo que puede y no deja nada”. En Veracruz tenemos hasta uno en la cárcel.

Todo lo anterior lo narra en su libro Andrés Manuel López Obrador y se remonta hasta la época de Hernán Cortés, cuando el historiador Bernal Díaz del Castillo, denunció que el reparto del tesoro de Moctezuma se verificó de manera irregular, porque antes de la distribución ya faltaba la tercera parte. Luego de esos moches iniciales llegó la hora de repartir el botín, Cortés separó el quinto real y se dio otro quinto para él mismo y los soldados recibieron lo poco que sobraba.

Al inicio del gobierno de Carlos Salinas, solo los Garza Sada poseían 2 mil millones de dólares, al finalizar el sexenio había 24 mexicanos que superaban cada uno esa cifra.