En los momentos álgidos del actual proceso electoral histórico en el país, aparece con mucha fortaleza Ricardo Monreal, senador de la república y el famoso
exgobernador zacatecano, que trasciende en todos los foros políticos plurales de mucha aceptación por su elevada convicción democrática, de legalidad, pero ante todo de un ser humano sensato y cien por ciento proclive a la conciliación de las distintas fuerzas políticas nacionales.
Su voz autorizada, y de amplio valor ético, se escucha y se respeta entre las diversas fracciones del senado, pero más aún, a Ricardo Monreal, se le da el lugar que le corresponde como un ser capaz, con un alto nivel intelectual de maestro de la UNAM y de un exitoso analista político muy reconocido, que dice las cosas por su nombre, y sin temor alguno.
En la sucesión adelantada de los nombres de los candidateables para la presidencia del país en el 2024, sale a relucir su nombre de forma discreta entre quienes la dan esa probidad, seriedad y convicción por la legalidad de auténtico constitucionalista, que ya lo ponen entre los hombres y mujeres de más posibilidades de no sólo estar en una candidatura, sino que en él convergen, todos los grupos políticos, porque es muy razonable en el diálogo y la conciliación con un auténtico espíritu republicano.
Aquí, en este momento su nombre con elevada postura de legalidad como legislador, le dan al país una sensación de respiro, cuando millones de mexicanos, apuestan a un continuismo sin sumisión, y sin quienes emergen de las antiguas practicas priistas del dedazo y de la famosa cargada que llegó a su fin.
Por eso, entre los grupos de las izquierdas del país, a Ricardo Monreal, lo han fortalecido en estos tiempos, porque aparece como un bálsamo para las muchas heridas, escisiones, polarización y controversia que se han generado con el discurso del presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, de cierto nivel de confrontación que en la realidad ha servido a la nación para un momento de la reconstrucción del desastre y tiradero de los que se fueron, pero ahora todos coinciden en el sigilo y también en forma abierta de que el político zacatecano, puede ser la mejor opción de una competición ganadora, y no de una opción de quienes se les puede ver ya como parte del continuismo de AMLO, algo que ya quedó en el pasado con el PRI y sus aliados derrotados el 1 de julio de 2018.
Los nuevos tiempos políticos que se avizoran, sin adelantar vísperas, y sin que se quemen las habas de nadie, le dan a Ricardo Monreal, esa fortaleza necesaria que en este preciso momento su nombre que reluce como una luz al final del túnel, para que después del periodo de AMLO se proyecte a la presidencia a alguien con ese espíritu de unión y de auténtica pacificación que el país tanto se necesita, pero además como un serio interlocutor que puede sacar al país del desastre que se avecina, sino se muestran opciones distintas que representen sangre nueva y renovadora a la nación, sin problema.
A esperar los tiempos políticos que se avecinan, pero en la realidad también se adelantan, y por eso algunos personajes se descartan y otros se encartan en la sucesión presidencial de AMLO, en donde el ciclo, dice que tendrán otro sexenio, y para eso se necesita mucha fuerza moral de alguien que una, y convoque a la real alianza ciudadana nacional, sin convicciones de colores o ideologías, y sí de una verdadera preocupación por el México del futuro, de más fuerza en todos los sentidos. Así las cosas.
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