Apenas presentaba su propuesta de reforma a los medios de comunicación en la mañanera y la oposición anunciaba ya un rechazo rotundo y anticipaba el voto en contra. Andrés Manuel López Obrador formalizó este jueves su anunciada transformación en dicha materia.
Quizás lo aceptable de la reforma sea la reducción de prerrogativas a los partidos políticos y por supuesto la disminución de parlamentarios plurinominales, el resto de las propuestas preocupa, de ahí que la oposición se anticipó, al anunciar su rechazo apenas horas después de hacer pública la propuesta de modificación.
Se trata de la reducción de plurinominales en la Cámara de Diputados, es decir, de los 500 diputados que existen actualmente, se pasaría a 300. En el caso de la Cámara de Senadores, la reforma electoral plantea la eliminación de plurinominales y que sólo haya 96 curules, de las 128 que existen en la actualidad.
Uno de los temas controvertido es, la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, que estaría integrado por 7 consejeros electorales que se pretende sean electos mediante voto directo y la eliminación de los tribunales electorales. Así la elección de dicha figura se observa cuestionable.
El otro tema controvertido es el intento de federalizar las elecciones con la eliminación de los Organismos Públicos Electorales (Oples) encargados de la organización de las elecciones en los estados. Tema principal del rechazo de partidos opositores y de juristas que ya se han pronunciado en su contra, pues anticipan la intención de regresar a los tiempos del máximo poder Presidencial.
Evidentemente también se busca que los Congresos locales modifiquen sus números en función de los habitantes de las entidades, es decir, se fijará como máximo 45 diputados y un mínimo de 15.
Fue Horacio Duarte, titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), quien explicó que los consejeros y magistrados deberán ser electos el primer domingo de agosto, candidatos que serán propuestos por los tres poderes de la Unión.
Expertos ven con preocupación la propuesta de reforma. Abrir un debate, amplio, donde se incluya a quienes conocen el tema a fondo, para que evalúen la propuesta de reforma sería muy saludable. Cierto es, que lo mejor debió ser, que esto ocurriera antes, pero lamentablemente no fue así.
Lo neurálgico es que, más allá de una transformación, se pretenda implementar una sustitución de élites, donde los hilos se controlen desde el centro del país. Un tema que dará mucho de qué hablar y que sin lugar a dudas ya genera una fuerte polémica.
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