Criminal oposición política estatal: empresarial, mediática y religiosa

Los recientes tres grandes aciertos de la 4T: Pensiones, compra medicinas, vacunas y equipos en el extranjero y ahora el acuerdo con las grandes televisoras para apoyar en el regreso virtual a clases, al sistema de educación nacional.

Primero, anticipar la debacle del sistema pensionario, con el respaldo del sector empresarial y sindical, a fin de garantizar pensiones a los trabajadores que por décadas aportaron de su salario un retiro digno. Un acto de justicia social para el sector más empobrecido y más afectado por las raquíticas alzas salariales año con año, la inestabilidad laboral y sobre todo las trampas empresariales con el IMSS de años anteriores.

Hoy, en caso de educación, como un sistema debilitado, por la visión privatizadora, que pretendió desbaratar la infraestructura escolar para  inculpar, denostar, suspender laboralmente a miles, miles de maestros que sostenían a la educación pública, pese a su alta capacitación, experiencia de décadas y sobre todo su visión crítica. La TV, apoya no sustituye.

Ante esta pandemia, parece “no se quiere ir”. Se le dio una en respuesta inicial, al mandar a casa, a más de 40 millones de niños, jóvenes, maestros, trabajadores y padres de familia, medida que frenó, sin duda, la devastadora expansión viral.

Junto a esta medida se sumó la restauración del sistema de salud, que como hemos insistido, fue saqueado en forma vil, cínica por esa corrupción institucional, aunada a la complicidad de empresas farmacéuticas, de paralizar la construcción de hospitales, de frenar criminalmente la formación de médicos y enfermeras, de desaparecer miles de equipos y millares de medicamentos.

Dos medidas del PRIAN, de corte neoliberal.

Unido a ello, los programas de bienestar que impulsan la estabilidad económica de los sectores más desprotegidos, por la pobreza, discapacidad, infancia, escolares, personas mayores y jóvenes emprendedores.

Programas que se unieron a los, ya, mas de 37 mil millones de dólares que se reciben anualmente por los migrantes. Esos trabajadores expulsados por la reducción y pérdida del trabajo productivo. Millares de mexicanos de toda la república que envían “religiosamente” pequeñas cantidades que extraen de su escaso salario, pese a la ausencia de servicios de educación, salud y vivienda, pero aún así,  destinan parte de sus raquíticos ingresos a solventar a sus padres, esposas e hijos abandonados, para perseguir un empleo en el “sueño americano” Y precisamente hoy,  esas remesas representan el volumen mayor de ingresos de divisas en el país, a pesar de los sectores tradicionalmente responsables de la estabilidad económica: energía y turismo.

Y sobre todo lo más importante, por primera vez en la historia moderna de México, una situación de emergencia como la que se ha vivido, en los últimos cinco meses, ha sido no pedir ni un centavo a la banca internacional, a fin de no engrosar la deuda pública nacional, esa  que asciende a más de once billones de pesos y que en los sexenios anteriores, se destinaba para proteger a un empresariado obeso y goloso.

No a la deuda pública, ni acuerdos con banca internacional, no chayotes ni moches de trasnacionales, nunca acuerdos para  incluirlos en sus consejos administrativos, jamás al dinero en lo oscurito, basta de guerra al narco “que me financia, contra los que no me dan”, ahora será pareja a todos.

El principio de “Primero los pobres” que sacude a los frenéticos automovilistas del FRENAA, esos que lo confunden con el comunismo,  ya el Papa Francisco les reviró “Defender al pobre no es ser comunista, es el centro del Evangelio”.

“El socialismo cristiano no es una corriente política, es distinta al pensamiento político demócrata cristiano, que no es cristiano ni demócrata, sino sobre todo al pensamiento influido por las enseñanzas de Jesucristo” (Diccionario filosófico marxista o la Biblia, da lo mismo).

A Peña Nieto, Obama le dio una lección histórica: ¿populismo?: “ser populista es luchar por la justicia”. (Animal Político).

Ese pensamiento constituyó a la iglesia. No esa Iglesia retrógrada, en el caso de México, la de los tres pillos de la jerarquía eclesiástica: El Arzobispo Norberto Rivera, poseedor de gasolineras, esas que  surten huachicol y defiende pederastas,  mientras cena en Madrid o París con los ricos más ricos de México. El cardenal Sandoval Iñiguez, aquel que vocifera “nunca a los pobres”, pero viste y calza con limosnas, en sus campos de golf y conduciendo sus vehículos de lujo, ese cristero que confunde comunismo con atención a la pobreza. O el obispo Onésimo Cepeda,  que  hurtó varias obras de arte a una rica anciana, y saqueó los recursos de la Basílica. Tres jerarcas, que adoran el poder terrenal y niegan al celestial. Tres frívolos jerarcas, que son los  causantes de la pérdida de la fe cristiana,  y se asemeja al FRENAA y el BOA. Que debe ser del PAN o del MC, PRD y PRI.

Además la influencia mediática, la  que despojó de valores a una sociedad desescolarizada y desinformada, para brindarle la falsa idea de vivir  en un país próspero con   crecimiento. Medios que mintieron, distrajeron con un entretenimiento aberrante y embrutecedor, por décadas,  a cambio de prebendas, concesiones, negocios, moches y toda clase de mañosería de  gobiernos que incumplían con su responsabilidad social.

Y finalmente las grandes empresas, fabricantes de alimento, chatarra y refrescantes azucarados, que fueron determinantes a que México fuera el país con mayor índice de obesidad, con más casos de diabetes y mayores niveles de hipertensión en el mundo, sectores,  de todas las clases sociales, amarrados al tabaquismo y alcoholización con graves índices de drogadicción, en todas las edades, para dar apertura criminal al narcotráfico, que fue realizada por Carlos Salinas de Gortari y seguida fielmente por sus sucesores Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.

HONOR Y RESPETO

Sin duda, todo el personal del sistema de salud, público y privado, médicos, enfermeras, personal de apoyo, limpieza, administrativo han y continúan, dando, un ejemplar comportamiento de gran responsabilidad profesional y laboral. Es indiscutible el amplio reconocimiento por su alta calidad humana al atender a los casos de los afectados con el COVID-19. Todos absolutamente, todos, los que han sucumbido al virus y los que aún luchan incansablemente contra “viento y marea”.

Un caso en particular, La Beneficencia Española en esta ciudad y puerto, por la entrega, profesionalismo, sólidos valores espirituales y sobre todo la atención personalizada a infectados con el coronavirus. Todo el personal médico, enfermeras, y de apoyo en lo general, con riesgos al contagio que se han entregado, y se está entregando,  para atender no solo lo directamente relacionado con el virus, sino en lo nutricional, emocional y humano.  En lo personal mi reconocimiento y gratitud, por la atención y trato recibido, a mi hijo, durante su convalecencia. Honor quién honor merece.