Como se perdió Veracruz

Es de esos temas que nadie se atreve hablar y resulta que en el anterior sexenio se llegaron a ser más liberales que nadie se podía imaginar en contraposición a los de Vicente Fox y Felipe Calderón que pecaron de ser más mochos que las monjas descalzas.

El periodista Ricardo Raphael da a conocer lo que sufrió Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación al comprobar que el presidente Enrique Peña Nieto lo superaba en ese campo de los derechos humanos.

La confrontación entre el Palacio de Cobián y Los Pinos salta chispas sobre la iniciativa presidencial de legalizar los matrimonios igualitarios y la fecha tradicional en que se conmemoraba esa lucha en contra de la homofobia.

Osorio Chong tomó esa iniciativa con un gran entusiasmo y prometió convencería a Peña Nieto para que estuviera presente en ese evento donde México reconocía ese derecho de las uniones entre personas del mismo sexo.

La fecha señalada era el 14 de mayo y se había invitado a la comunidad lésbico-gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual. Todos los numerosos grupos que en México y Veracruz definen los comicios.

Pero Osorio Chong nunca pensó que el presidente lo iba a rebasar por la izquierda.

La noche anterior recibió la iniciativa donde se proponía reformar el artículo 4 de la Constitución con el propósito de legalizar en todo el país las uniones entre personas del mismo sexo. Alguien dentro de la casa presidencial había tomado la gran decisión que la mejor manera de luchar contra la discriminación era otorgar derechos plenos para el matrimonio homosexual y la adopción de parejas del mismo sexo.

Allí reventó el secretario de Gobernación porque el propósito tenía fines electorales. Una cosa era levantar la bandera de la lucha en contra de la homofobia y con ello atraer votos para el PRI provenientes de los sectores más progresistas de México y otra muy distinta reventar las relaciones con el electorado conservador que es mayoritario en el padrón electoral mexicano.

Estaba seguro que los mochos son mucho más los que se quieren bañar con aguas benditas para darse un beso.

Vinieron las elecciones federales y al PRI le fue como en feria, perdió siete de las doce gubernaturas que estaban en juego y cuatro estados que jamás habían estado en manos de la oposición, entre ellos Veracruz que demostró en esos comicios que la iglesia y los panistas mochos juegan un papel importante.

El candidato presidencial Francisco Labastida asegura que esa iniciativa fue la causa de su derrota y asegura que si él hubiera sido el secretario de Gobernación hubiera preferido renunciar antes que firmarla.

A fin de que no haya duda, los jarochos y sus ciudadanos veracruzanos que votaron en contra de Morena son bien mochilas, por eso están afiliados a los partidos de la extrema derecha.

No será raro que municipios como el puerto de Veracruz y Boca del Río estén afiliados a los curas de la iglesia de Xalapa, que se oponen a cualquier idea progresista que surja de las nuevas generaciones veracruzanas.

Las autoridades municipales de estos ayuntamientos son bien santurrones.

Nadie sabía que quiere ser candidato

El diputado federal Ricardo Exsome quiere ser el candidato de Morena por el puerto de Veracruz, lo extraño es que ni siquiera se mueve y da entrevistas a medios de la oposición y al parecer desconoce las estrategias que se deben llevar a cabo para ser un aspirante con posibilidades.