Veracruz | 2021-05-27 | Silverio Quevedo
En su intento por demostrar la residencia efectiva, el único requisito por el que no le permitieron elegibilidad, según coincidieron este miércoles los tres magistrados de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el depuesto candidato del PAN, PRI y PRD, Miguel Ángel Yunes Márquez, hizo de todo, menos poder comprobar eso.
Según lo establecido en los gruesos expedientes en los que se iniciaron sus caídas, siendo el primer revés en el Tribunal Electoral de Veracruz, bajo los números TEV-JDC-75-2021 y TEV-JDC-76-2021 lo impugnado y pruebas que permitieron desvirtuar la figura de residencia efectiva, fueron los mismos elementos que el panista y exalcalde boqueño presentó para tratar de acreditar el domicilio en un edificio de Veracruz que era otra de la vertiente en su contra.
Los actores, según los procesos legales ante esa instancia, presentaron para denunciar el caso de la residencia efectiva, un contrato de compra venta de la residencia del susodicho en Alvarado, comprobante del impuesto predial en Alvarado, así como testimonios de los vecinos de ese municipio y una constancia de residencia en Alvarado expedida por el Secretario de dicho Ayuntamiento.
Por otro lado, y en contraparte, al pretender acreditar su residencia en Veracruz puerto, municipio por el que, el hasta hace unos días candidato del partido albiazul, buscó demostrar su residencia en el mismo, en el pecado llevó la penitencia, puesto que la parte demandante presentó los siguientes elementos en su contra:
Testimonios de vecinos del edificio de Veracruz en Magallanes 441 esquina Martí del fraccionamiento Reforma en Veracruz que manifiestan que ahí no reside, informe de la CFE que señala que apenas en septiembre de 2020 se realizó el contrato de luz de dicho edificio a nombre de Miguel Ángel Yunes.
Asimismo se presentaron pruebas que acreditan que la credencial de elector con nuevo domicilio es del año 2020, así como dos informes del Instituto Nacional de Migración que señalan que el ciudadano estuvo, en suma, 403 días en el extranjero (de 26 de julio de 2018 al 15 de noviembre de 2020), y un periodo ininterrumpido de 206 días. Esto último lo que realmente se utilizó para la resolución.
Como se sabe las dos demandas bajo los expedientes arriba mencionados se hicieron por un integrante de planilla y militantes, mientras que otra por un militante, en contra del acuerdo que declaró procedente el registro de Yunes Márquez como precandidato a la Presidencia Municipal de Veracruz ante el Organo Público Electoral, OPLE.
En tanto, y a pesar de que fue una consecución de lo determinado en la instancia electoral del Estado, en el Tribunal Federal, se confirmó la sentencia del Tribunal Electoral de Veracruz, bajo los expedientes SX-JDC-1050/2021, SX-JRC-70/2021 así como 72 y 77/2021.
La determinación en esta instancia en contra del boqueño Yunes Márquez fue por no acreditar el tener una residencia efectiva en el territorio del municipio de Veracruz, no menor a tres años anteriores al día de la elección. A su vez, en base a esto, al no cumplir el requisito de inelegibilidad, es una circunstancia que le impide ser candidato.
Y es que en el expediente, y para declarar la residencia efectiva, los magistrados de la Sala Regional del TEPJF, más que por no acreditar la residencia en Veracruz puerto, los magistrados se basaron en el hecho de que en sus salidas prolongadas le imposibilitan cumplir con dicha residencia.
Según las evidencias expedidas por el Instituto Nacional de Migración, Yunes Márquez tuvo al menos 18 viajes al extranjeros a partir del 26 de julio del 2018, en esa ocasión por 21 días de ausencia, algunos otros por seis días, cuatro, cinco y diez, entre otros periodos.
El más prolongado fue el viaje realizado del 29 de septiembre de 2019 al 21 de abril del 2020 por un periodo de 206 días, en tanto del 28 de junio del 2020 al 25 de septiembre de 2020 cumplió 89 días fuera del país.
Sin duda que éste fue el peso específico en el que se basaron los tres magistrados federales para propinarle el segundo revés a Yunes Márquez, quien difícilmente, si no es que en definitivo, pues según los conocedores de leyes electorales ya no hay otra instancia en la que se pueda dirimir el caso, podrá recuperar la candidatura.
LLEGA EL DESÁNIMO
Con la decisión contra el otrora candidato panista a la alcaldía de Veracruz, se acrecentó el desánimo en el búnker del dos veces alcalde de Boca del Río.
De esta forma, Yunes Márquez sabe que ya no tiene a quien culpar más de su desgracia electoral exista o no un resquicio para seguir luchando porque lo dejen ser el abanderado del PAN a la alcaldía.
¿O acaso también calificará de corruptos a los magistrados federales como lo hizo con los estatales?
Pero lo que más le preocupa, dicen sus allegados, es que su esposa no cumple las expectativas que calcularon cuando la metieron en el embrollo de ser candidata sustituta, por lo que ya analizan sustituirla.
Otro problema grave es que tienen el tiempo encima. Ya no les alcanza a posicionar entre el electorado a nadie de sus amigos más cercanos.
Este resultado, aunque ya lo esperaban, definitivamente les genera mayor incertidumbre y desánimo a los seguidores e integrantes del equipo cercano, tan es así que algunos de ellos ya empezaron a saltar del barco como las ratas en un naufragio.
Se sabe de buena fuente que varios yunistas de hueso azul, de esos que se rasgan las vestiduras y se cortan las venas con hojas de lechuga, ya buscan tener contacto con el equipo de Ricardo Exsome, el candidato de Morena, a quien le ofrecen información interna para enterrar el último clavo al ataúd político del Clan Yunista. ¿Serán los del bando de los Rementería?