Xalapa | 2022-07-29
Que en Veracruz andan todos felices y acelerados; contentos porque ayer en la mañanera, el presidente presumió la detención del exfiscal yunista, Jorge Winckler y apresurados porque el próximo sábado tienen elecciones de congresistas que son quienes 8 días después, elegirán al dirigente estatal de Morena.
Y el acelere consiste en que la línea desde el gobierno veracruzano es para apoyar y respaldar la continuidad de Esteban Ramírez Zepeta, quien es cercano al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y por lo tanto de todas sus confianzas; la indicación es no permitir que alguien más llegue, así es que, toda la estructurara estatal está ocupado en garantizar que los congresistas que sean electos el próximo sábado sean aliados, para que la elección de Esteban no se ponga en riesgo.
La preocupación que la estructura estatal trae allá es Veracruz, es que Sergio Gutiérrez, el diputado federal y presidente de la Junta de Coordinación Política intente colocar a varios delegados o congresistas y ello pueda afectar la elección en favor de Esteban. Cierto es que el nerviosismo radica también en mantener el control de aquí a 2024, así es que, allá en Veracruz la estructura del estado anda distraída en temas electorales y a ello se suman la petición de respaldo absoluto y reproducción de actividades de la ya virtual candidata al gobierno de la entidad, Rocío Nahle. Nos cuentan que ya está lista la modificación a la constitución para que la secretaria de Energía, a pesar de ser Zacatecana pueda aspirar a gobernar aquella entidad.
Y bueno, volviendo al tema de Winckler, detenido después de que continuara con su intentona de regresar a Fiscalía, éste pareciera haber desatado los demonios en palacio, más que por justicia -con motivo de todos los actos de corrupción y simulación que se cometieron en el bienio panista- se trata de un castigo por intentar desestabilizar aún al gobierno veracruzano de la cuarta transformación.
Así es que ya encarrilados, ayer detuvieron al ex director de la policía ministerial en la época de Winckler; se trata de Jorge Rodríguez Pucheta, quien actualmente fungía como Coordinador Operativo de la Comisión Estatal de Seguridad del Estado de Morelos. El funcionario fue detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y Guardia Nacional debido a que es señalado en varias carpetas de investigación en el Estado de Veracruz por los delitos de tortura y secuestro.
Cierto es que allá en Veracruz ya se andan peleando la titularidad de la detención, por aquello de que a la actual fiscal le encantan los reflectores y requiere llevarse las palmas en todo. El tema es que, lo que ya se rumora, es que, se esperan mas aprehensiones, puesto que al momento de su “captura” Jorge Wincler habría expresado que no se iría solo y lo está cumpliendo.
Pero lo que se replica en Veracruz, es que falta que detengan al exmandatario panista por aquello de la simulación con la que condujo su administración y ni que decir -expresan- del ex presidente del Poder Judicial en la época yunista, Edel Álvarez Peña, quien cometió sinnúmero de actos de corrupción, que hoy tiene en severos problemas económicos y administrativos a dicha institución.
Dicen lo que saben, que a diferencia de Winckler, Edel quien fue aliado permanente del exfiscal, goza de ciertos privilegios en la actual administración, pues se convirtió en amigo de varios funcionarios morenistas, al grado que el propio gobernante Cuitláhuac, fue llevado durante su primer año a inaugurar algunos de los “monumentos al fraude”, es decir las ciudades judiciales.