Veracruz | 2021-02-11 | Raúl López Gómez
En los actuales tiempos electorales nada de que asombrarse la misma intensidad de siempre de la guerra sucia, ahora con una gran diferencia de los que antes fueron los malos, y hoy se consideran los buenos andan desatados en contra de todo lo que huela, sirva o pertenezca a la causa del presidente AMLO, a Morena y la Cuarta Transformación.
Lo que se encuentra en la balanza son los noventa años del PRI y sus aliados en contra de los dos años que lleva AMLO de presidente con Morena, y los que ahora son oposición y no lo aceptan, son más radicales que nunca.
Aquí, la realidad, es que los de la derecha que son muchos de las elites de poder económico, no aceptan una derrota y se han enfrascado en pretender polarizar a toda la población del país, y sin abonar al real espíritu democrático de una nación en potencial desarrollo.
A lo que se acostumbraron, durante décadas de privilegio, de corrupción, impunidad y abuso de poder, ahora lo quieren ver como algo inaceptables desde un gobierno como el de AMLO, que por lógica busca enderezar el rumbo del país, pero más que todo pretende con urgencia equilibrar y transparentar el uso de los recursos públicos, que se habían convertido en cheques al portador para la clase gobernante de antes.
Y por eso, muchos gritan lloran, saltan y hasta hacen berrinches, por la inconformidad de un gobierno que pretende hacer justicia a los millones de pobres de este país y que algunos hasta en la miseria extrema, ahora han encontrado una luz al final de túnel.
Luego entonces, la gente ahora que vive su luna de miel con AMLO, no se deja sorprender y nada les hace que les muevan el tapete, cuando saben lo que vale en este momento el voto ciudadano y más aún, cuando después de los muchos años de hartazgo, se decidieron a ir por otra opción para que el país cambiara de aíres.
Ahora, también los que creyeron que, con el triunfo electoral de AMLO, se iban a convertir en los nuevos ricos, se encontraron y se toparon con una pared muy gruesa y el político tabasqueño, no le ha permitido, a nadie que se conviertan en los mismos de antes, aunque muchos priistas reciclados andan dentro de las filas de Morena y del propio gobierno de la Cuarta Transformación, y ahora quieren que se les vea y reconozca como “los imprescindibles”.
Pero al fin, en la política, en la guerra y en el amor se vale de todo ,y por eso quiérase que no hay una destacada efervescencia electoral por participar de todos los partidos políticos y alianzas, o de forma independiente, por algún cargo de elección popular y los ciudadanos van con todo como lo hacen muchos que en aras de una apertura política en tiempos de AMLO, le entran a la “catafixia”, para no quedarse como están y mejor buscan participar en lo que se denomina una altura cultura cívica, que contribuye a esa esencia de participación legitima entre unos y otros.
En la nueva democracia del país, deben quedar en el pasado todos los abusos de poder, de prepotencia y soberbia, y más aún de todos aquellos personajes del priismo, que se han querido enquistar en Morena, (adueñarse) y además de intentar pasar desapercibidos cuando se les conoce por sus negros antecedentes.
Todo esto, es muy simple, que la gente los denuncie y hasta les recuerdo algodel negro historial de su pasado, y que ahora quieren y pretenden verse inmaculados, a costillas del partido de Morena, que a algunos los recicla, pero como algo normal en la política.
Aquí, que nadie se deje sorprender y menos en los tiempos electorales que abundan todos aquellos casos que salen hasta debajo de las piedras, algunos con los fines perniciosos de pretender seguir enriqueciendo como se acostumbraron a hacer desde antes. Así las cosas.